martes, 7 de diciembre de 2010

Del poemario inédito El Velo de Maya - 3 poemas

I

¿Qué voy a hacer con mi pequeño descubrimiento?

Un ala rota demuestra que el aire empuja,

Haré un ovillo de legañas
Y la esconderé debajo de mi axila,
Pondré un grillo a vigilar los pergaminos
Envueltos para otro tiempo,

Calentaré mis manos en el fragor de tu vientre
Hálito curvo y convexo,

Tus ojos viajarán en la hendidura de lo imposible
Tu dedo arrastrará su escritura,
Hasta el convencimiento, dibujará su elipse,

Y dirá que nuestro tiempo compacta su trayectoria,
Que los aleteos perduran frágiles...insomnes


II


Coro: Sol laxo, sol solitario,
Solitario solamente,



Solo que fueran las bocinas del tráfico humeante atronando en mi jaula,
entonces, dame una limosna
solo así amaré el bullicio,
La espiga de sorbo quebrada a dos vientos suaviza aquel lienzo, punteo de
Gotas,
(El motivo del siguiente poema, en papel de otro poema
es mi simiente madrugando unas letras)
solo así bajaré la cerviz,
y si dios existe pues viva dios y este dios a dos voces,
y este dios a dos veces

(Disculpa Jorge por tomar lo de sol)

Maya, soñadora de largos compases, acaricia esta dulce demencia
Protégenos del mal que aquí muchos lloraron la sequedad de la tierra
mas sé que debajo de axilas y pubis allí encuentran a quien aman

Sol laxo, sol solitario, solitario solamente,

Infinito chistado en el preciso segundo que retina la retiene
y perdemos memoria,
parafraseando la falsa estimación que tuvieron me,
diría que excluyen su hastío de vivir en esta ciudad micro repleta
escupiendo en su rostro de grisácea humedad alguna respuesta,

¿alguna respuesta? Las seis de la tarde es una agria naranja reposando sobre
El cielo de Lima


III

Recuperar la jungla,

La presea enclaustrada, cuatro jinetes visitan su tienda
Los brazos caen acogotando su garganta
Vendaval que suelta el garrotazo
La furia del garfio divino afilando sus entrañas
La tierra al mismo punto

Cuatro enhiestas figuras bajan por los médanos entre el cielo y los
Muslos decrecientes
La túnica blanca, esférica por el viento,
Ondula viscoso estallido fuego

Madre sapiencia tu borras las letras del mensaje
Medio es mensaje medio
El juicio de nuestro delito amarrado a la trompeta veloz,
La mano izquierda del ángel perforando las nubes colchas de plomo,
El ángel fosforescente irrumpiendo el sudor de la industria
Con que se cuece lo espeluznante
Aquel polvillo eléctrico deshojando cabellos de nimbo
Alguien al soplo de tos convulsiva

El mago y la trompeta
Tu rostro y el polvoriento cuerno mientras perlas de sal
Recorren sus mejillas de bronce,

Él presentía la espuma de los vigías con palabras que danzaban la premura
Del anuncio y del tiempo en su distancia
Aún eres melanoma árida, sal dividida, escucha la arenga:
Recupera la jungla
Rescata el humor vitreal, las espadas y el fuego inmanente que yace tiritando
En las cuevas

Resistiéndose a morir,
liberando en su brillo al galope del jinete en las pléyades
Arrojada la chispa a su vaina
Arrojada de luz sobre el cuerpo
Arrojada sobre todas las cuevas que existen en la noche


Escritos entre 1987 y 1992

No hay comentarios:

Publicar un comentario